Los animales enfermos o heridos son tratados por los veterinarios. También ayudan a los propietarios dándoles consejos y administrándoles vacunas para prevenir enfermedades y mala salud. Por ejemplo, algunos veterinarios se centran en el cuidado de mascotas, ganado, caballos y animales de zoológico.
Utilizando sus conocimientos científicos y médicos, su experiencia práctica y una variedad de equipo e instrumentos de laboratorio veterinario, los veterinarios diagnostican y curan a los animales. Lo más importante para ellos es el bienestar de los animales y la protección de la salud pública, sobre todo en zonas donde las enfermedades pueden transmitirse de los animales a las personas.
Es fundamental ponerse en contacto con el propietario de cada animal para hablar de sus síntomas o su comportamiento. El veterinario también tendrá que hablar con los propietarios y aconsejarles sobre los cuidados médicos necesarios.
Los veterinarios pueden identificar la enfermedad mediante diversos métodos, como exámenes físicos, resultados de pruebas y (por ejemplo, muestras de sangre y orina). Además, puede dar tratamiento una vez que se ha hecho un diagnóstico, esto puede incluir cosas como la limpieza y el vendaje de las heridas, la cirugía o la prescripción de medicamentos. Y emplean su destreza física, su equipo quirúrgico y sus conocimientos sobre anestesia cuando operan a los animales.
Además de proporcionar cuidados directos a los animales, una parte importante de la profesión consiste en asesorar y entrenar a los propietarios sobre cómo cuidar de sus mascotas. Dar instrucciones detalladas sobre la terapia, como la medicación y cómo cuidar a un animal después de la cirugía, entra en esta categoría.
También podrán ofrecer asesoramiento sobre temas como la inseminación artificial de animales, la nutrición adecuada para el cuidado y la salud de los animales, los métodos de pastoreo, los métodos utilizados en las explotaciones industriales, etc.
Por lo general, cuando ejercen su oficio con regularidad, dedican la mayor parte de su tiempo a tratar animales domésticos (sobre todo perros y gatos). Puede que incluso se ocupen de animales propios de la región en la que operan; por ejemplo, si se trata de una localidad rural, puede que se ocupen de caballos y ganado de forma habitual.